Conseguir una casa saludable no es tarea fácil.
Los que me seguís habitualmente sabéis que el tema de la salud en el interior del hogar es recurrente en mis artículos, muchas veces nos preocupamos por la contaminación del ambiente exterior cuando en realidad pasamos el 90% del tiempo en espacios cerrados, ya sea en la oficina, en el trabajo, los niños en la escuela, etc. el ambiente interior de nuestro hogar es determinante de nuestro estado de salud.
Al igual que en alimentación, buscamos productos naturales y libres de tóxicos, nuestro hogar también puede estar construido con materiales que no solo están compuestos por productos nocivos sino que además puede que no esté bien diseñados para conseguir un ambiente interior y una casa saludable.
Pongamos por ejemplo los aislamientos sintéticos derivados del petróleo que se han popularizado en los últimos años por sus buenas características aislantes y su bajo precio pero de los que no se ha tenido en cuenta su casi nula capacidad de transpiración y por lo tanto las condensaciones que produce con la consecuente aparición de humedades y los tan temidos mohos, muy peligrosos a nivel de salud.
¿Cómo conseguir una calidad de aire interior similar a la que podemos encontrar en la naturaleza?

– Aire fresco que se renueve de forma suficiente a lo largo de todo el día y de la noche
– Que esté libre de sustancias nocivas y tóxicos provenientes tanto del exterior como del propio interior.
– Que disponga de una humedad adecuada. La humedad interior ideal debería situarse entre el 30 y el 60% por encima de estos valores el ambiente es demasiado húmedo y se propicia la aparición de condensaciones y moho, por debajo el ambiente es demasiado seco y puede provocar problemas respiratorios.
– Que disponga de un buen equilibro entre oxígeno y CO2. El exceso de CO2 es un efecto de la falta de ventilación.
– Buena ionización del aire
– Ambiente de olor agradable o sin olor
Conseguir un ambiente interior adecuado no es tarea fácil y más si nuestra vivienda ya está construida. Principalmente el ambiente interior está determinado por los materiales de construcción, los sistemas constructivos y la buena distribución y orientación de la vivienda acorde a la situación y ubicación donde está construida.
Una buena ventilación es garantía de una casa saludable, la utilización de materiales naturales y transpirables y un sistema constructivo efectivo que permita una buena regulación de la humedad y que no genere condensaciones van a ser factores determinantes de la calidad del ambiente interior.
Las causas de la mala calidad del ambiente interior son muchas y muy variadas y van desde el tratamiento de superficies con pinturas impermeables que no permiten ningún tipo de transpiración o regulación natural de la humedad del ambiente, los productos tóxicos de limpieza o la calefacción por radiadores de convección que movilizan continuamente partículas de polvo en el ambiente, así como la falta de ventilación o renovación de aire debido a nuestro estilo de vida, entre otras.
La lista para conseguir una casa saludable es muy larga y según el manual que consultemos podemos encontrar distintas organizaciones de las sustancias nocivas, microorganismos, contaminación electromagnética, etc.
El principal problema es que la mayoría de estos compuestos nocivos no producen un efecto inmediato nocivo sobre nuestra salud sino que es a base de la continua exposición -como dormir diariamente en un ambiente insalubre- cuando nuestro organismo se resiente de la mala calidad del ambiente de nuestra vivienda.
¿Podemos mejorar la calidad del ambiente interior de nuestra vivienda para convertirla en una casa saludable?

Si tenemos que intervenir o reformar la vivienda podemos utilizar materiales de construcción absorbentes como revocos de cal, barro o corcho que nos ayudan a regular la humedad de forma natural.
Otra estrategia para conseguir una casa saludable sería la utilización de muebles y tejidos naturales como muebles de madera maciza, de ratán o tejidos naturales para alfombras y cortinas como fibras o lino.